Una preocupante denuncia realizada por una vecina del barrio La Floresta deja al descubierto la aparente inoperancia y falta de recursos de la Policía de Córdoba en Villa Nueva. La situación, calificada como “inadmisible” por los vecinos, ocurrió cuando un grupo de personas fue sorprendido cometiendo el delito de usurpación en flagrancia. La vecina, al presenciar el hecho, actuó con responsabilidad ciudadana y contactó al 911 y al 101 para solicitar asistencia inmediata.
Sin embargo, la respuesta policial fue todo menos inmediata. La mujer realizó el primer llamado solicitando un móvil. Pasada una hora sin novedad, insistió, solo para recibir una explicación que rozaba la burla: “El móvil está en Sanabria, al regreso irá”. Así transcurrieron tres horas, en las que los usurpadores completaron sus maniobras de instalación de postes y se retiraron sin que un solo agente de la ley se hiciera presente en el lugar.
Este episodio plantea interrogantes graves sobre el funcionamiento de la seguridad en Villa Nueva. ¿Cuenta la ciudad con un único móvil operativo? Si es así, ¿por qué no se ha informado públicamente sobre esta alarmante carencia? Más aún, ¿cómo es posible que el Director de la Unidad Regional Departamental General San Martín, comisario mayor Roque Alejandro Carabajal, no haya elevado esta situación al gobierno provincial?
El caso también pone en el centro de la escena al intendente Ignacio Tagni. Durante su campaña, el actual mandatario denunció la falta de móviles para patrullar la ciudad, prometiendo soluciones contundentes. Sin embargo, la realidad parece haberlo alcanzado: Villa Nueva no solo carece de un patrullaje adecuado, sino que tampoco puede garantizar la respuesta ante emergencias.
¿Qué hubiera sucedido si, en lugar de un delito de usurpación, se hubiera tratado de un enfrentamiento violento o de un crimen en curso? La incapacidad de la policía para acudir podría haber tenido consecuencias fatales. Esta situación no solo genera indignación entre los vecinos, sino que refleja una desatención institucional que deja a la comunidad expuesta y desprotegida.
La falta de móviles, de recursos y de una estrategia coherente de seguridad es un problema estructural que demanda respuestas inmediatas. El comisario Carabajal, debe rendir cuentas ante los ciudadanos. El derecho a la seguridad es básico, y los vecinos de Villa Nueva merecen algo más que excusas y promesas incumplidas. Ampliaremos…