La pobreza duele, pero más duele cuando es utilizada para sacar rédito político. El ex intendente y actual Subsecretario de Municipios de la Provincia, Natalio Graglia, parece haber descubierto recién ahora la situación de calle de muchos jóvenes con consumo problemático de sustancias en la ciudad de Villa Nueva. Lo paradójico es que lo hizo saber a través del órgano de difusión de su equipo: el Info-novense, conducido por su secretario personal, Mauro Bizarri.
La línea editorial del Info-novense es clara: destacar las falencias de Tagni y exaltar cualquier movimiento del peronismo. Un claro conflicto de intereses de Bizarri a la hora de ejercer el periodismo.

Los “piperos”, como se conoce popularmente a estos jóvenes que sobreviven a las adicciones, duermen a escasos 20 metros del CIAC Villa Nueva, una Asociación Civil que funciona como local partidario bajo la conducción de Celeste Scarafia, esposa de Graglia.
La indignación no se debe solo al contraste entre el discurso y la realidad, sino a un hecho insoslayable: Graglia tiene acceso a cientos de programas provinciales destinados justamente a abordar estas problemáticas. Entonces, ¿por qué no activó esos recursos para ayudar a esos pibes que duermen bajo la lluvia y dias frios frente a su sede partidaria?
La pregunta es incómoda pero necesaria: Si Graglia tuvo durante casi 15 años cargos públicos, ¿cómo explicar que recién ahora tome dimensión de la cantidad de puntos de venta de drogas, de los jóvenes sumidos en el consumo y de la falta de contención? ¿No hay allí también una responsabilidad directa de su gestión y la de sus aliados políticos en la provincia?
Esto no deslinda de responsabilidad al gobierno municipal, del intendente Ignacio Tagni, que también debe dar respuestas urgentes al flagelo de la droga y la marginalidad. Lo cierto es que el ex intendente Graglia parece estar más preocupado en capitalizar políticamente el dolor ajeno que ofrecer soluciones reales.
Mientras tanto, los pibes siguen durmiendo en la calle, a metros de su local partidario.