El Comité de Circuito Unión Cívica Radical (UCR) de Villa María difundió un comunicado este jueves en el que cuestiona duramente al oficialismo municipal encabezado por Eduardo Accastello. En el texto, titulado “Accastello admite lo que ya sabíamos”, el radicalismo denuncia un faltante de más de 5.500 millones de pesos en las arcas municipales, detectado por una auditoría externa solicitada por la actual gestión y correspondiente al período 2022-2023, bajo la administración de Martín Gill.

La UCR señaló que “el principal signo de estos 26 años continuados del PJ en Villa María es la corrupción”, y responsabilizó tanto a Accastello como a Gill, su “ahijado político”, por lo que calificaron como una gestión plagada de irregularidades y falta de transparencia. Además, remarcaron que los recursos faltantes podrían haberse destinado a resolver problemáticas críticas como la mejora en infraestructura, vivienda y servicios esenciales.
Sin embargo, la oposición del radicalismo enfrenta también críticas por su escaso protagonismo en el control y fiscalización de la gestión municipal. Felipe Botta, único concejal radical en el Concejo Deliberante villamariense, ha sido cuestionado por su limitada labor como opositor. Desde diversos sectores se señala que las denuncias públicas de la UCR no se ven reflejadas en iniciativas concretas o un mayor control dentro del ámbito legislativo.
La auditoría, que abarca una parte del período 2019-2023, parece haber encendido nuevamente la disputa política local, dejando al descubierto no solo las deudas de transparencia del oficialismo, sino también la debilidad del rol opositor del radicalismo.