Una nueva tormenta sacude al radicalismo cordobés luego de que Rodrigo De Loredo y la mayoría del bloque de la UCR en Diputados decidieran no dar quórum en la sesión que buscaba debatir el aumento a jubilaciones y la ley de emergencia en discapacidad. La postura, que sólo fue desafiada por tres correligionarios —Julio Cobos, Natalia Sarapura y Fabián Quetglas—, provocó una ola de críticas internas.
El enojo también alcanzó a las diputadas cordobesas Gabriela Brouwer de Koning y Soledad Carrizo, alineadas con De Loredo.
El legislador Dante Rossi no escatimó palabras: “Me avergüenzo como afiliado de la posición del bloque. El ajuste no puede hacerse sobre jubilados y personas con discapacidad”. En la misma línea, desde el entorno de Ramón Mestre prometen críticas “con munición gruesa” y advierten que “hay límites que no se pueden cruzar”.
En el trasfondo, crecen las sospechas de un acercamiento entre De Loredo y los libertarios, pensando en el armado para las legislativas 2025. Mientras tanto, la interna radical en Córdoba se recalienta, y la tregua partidaria parece cada vez más frágil.