Pasó apenas una semana. El jueves anterior, las concejalas del PRO, Evelyn Acevedo y Natalia González, votaban junto al oficialismo para sostener una emergencia económica que, según el propio intendente Eduardo Accastello, ya no tenía razón de ser. Este jueves, ese mismo oficialismo propuso —y logró— derogar la ordenanza que la sostenía. ¿Qué cambió en siete días? ¿Acaso mejoró de golpe la economía del municipio? ¿O simplemente se trató de otro giro acomodaticio, dictado desde el manual del cordobesismo que hoy controla al PRO local?
En la sesión legislativa del jueves 29 de mayo, el Concejo Deliberante votó por unanimidad el fin de la emergencia económica municipal, vigente desde la llegada de Accastello al Ejecutivo. La concejala oficialista Yaslil Oses defendió el proceso como “exitoso”, afirmando que fue útil para ordenar las cuentas y contratar servicios temporales a precios por debajo del mercado.
Lo llamativo no es el levantamiento en sí, sino la brutal contradicción política que dejó expuesta al bloque del PRO. Apenas siete días atrás, Evelyn Acevedo y Natalia González votaron contra el intento del concejal Pablo Perret (Juntos por el Cambio) de derogar la emergencia. No solo eso: Acevedo incluso reaccionó con agresividad en redes sociales contra Soy Villa Nueva por haber expuesto su voto, acusando al medio de mentir, en lugar de explicar su decisión política.
Hoy, con el levantamiento de la emergencia, queda claro que la mentira no fue del medio, sino de quienes se proclaman oposición pero actúan como oficialismo encubierto. El intendente Accastello les cerró la boca con una jugada propia de su estilo: levantó la medida y dejó a sus “aliadas temporarias” completamente expuestas. El silencio de Acevedo y González tras esta nueva votación es tan estruendoso como su incoherencia.
Una vez más, los hechos hablan más fuerte que cualquier descarga en redes sociales. La ciudadanía no necesita que nadie le traduzca lo evidente: bajo el paraguas del cordobesismo, hay ediles que ya no responden a una postura política clara, sino a las conveniencias del poder de turno; ayer con Gill, hoy con Accastello.
