La inauguración de un boliche bailable en la Costanera villanovense, específicamente debajo del Puente Amarillo frente al supermercado Chango Más, generó una gran concurrencia durante la noche de Navidad. Sin embargo, el evento también desató la molestia de un grupo de cuidacoches locales, quienes denunciaron lo que consideran una situación injusta.
Jorgito, un vecino de Villa Nueva que se desempeña como cuidacoches, se comunicó con nuestra redacción para exponer su reclamo. Según relató, cerca de las 00:30 horas, él y otras tres personas, identificadas con pecheras, comenzaron a cuidar los vehículos de los asistentes al boliche. Sin embargo, alrededor de la 1:15 horas, personal de la Policía de Córdoba les pidió que se retiraran del lugar, argumentando que el boliche había contratado una empresa de seguridad privada encargada de garantizar el cuidado de los vehículos y la seguridad tanto dentro como fuera del establecimiento.
La empresa contratada, según Jorgito, pertenece a un funcionario del gobierno municipal del intendente Ignacio Tagni. “Cuando estaba El Perla, veníamos a cuidar las motos y autos y nadie nos molestaba. Ahora vienen estos y se creen dueños de la calle”, expresó visiblemente molesto.
El reclamo de Jorgito pone sobre la mesa una actividad que no está regulada en Villa Nueva. Además, reaviva el debate sobre el uso del espacio público y las posibles relaciones entre intereses privados y decisiones municipales.