La dinámica en la política villamariense experimenta cambios significativos que dejan boquiabierto a cualquier vecino. Tras las últimas elecciones municipales, el escenario político muto completamente. La contienda electoral se polarizo entre el actual intendente, Eduardo Accastello, y el funcionario provincial, Darío Capitani, que se presento ante la sociedad como opositor.
En un distante tercer lugar, quedo Manuel Sosa, apoyado por Raúl “Rally” Costa; ex Jefe de Campaña de Martin Gill en las penultimas elecciones municipales. A pesar de esto, Sosa logró obtener una banca en el Concejo Deliberante y un lugar en el Tribunal de Cuentas.
El peronismo se consolidó como la primera minoría parlamentaria en el Concejo, seguido por Juntos por el Cambio, que incluyó a las macristas Natalia Gonzales y Evelin Acevedo, al radical Felipe Botta y al juecista Pablo Perret. La tercera minoría fue ocupada por Sosa.
Después de la elección, Capitani paso a integrar la Secretaría de Turismo provincial. Esta decisión tuvo repercusiones inmediatas en la política local. Karina Bruno, quien había ingresado a la Legislatura en representación de la oposición, integrando la lista encabezada por Luis Juez, decidió alinearse con el oficialismo provincial. Siguiendo su ejemplo, los ediles que habían acompañado a Capitani en la boleta también se alinearon con el oficialismo municipal, debilitando la oposición en el Concejo.
La situación se intensificó en los últimos días cuando el bloque de Juntos por el Cambio anunció que solicitara una comisión investigadora para examinar la gestión de Martín Gill, basada en supuestas inconsistencias en el ejercicio contable del cuarto trimestre del período 2023, denunciadas por el Secretario de Economía, Guillermo Pieckenstainer.
En el marco de esta comisión, se prevé convocar al ex intendente Martín Gill y a la Secretaria de Economía de su gestión, la contadora Daniela Lucarelli, para que expliquen la información entregada el pasado 10 de diciembre. Sin embargo, este movimiento es visto por muchos como un proyecto hecho a medida de las pretensiones del intendente Eduardo Accastello, evidenciando una oposición debilitada y aparentemente subordinada al oficialismo.