La Justicia volvió a enviar un mensaje devastador a la sociedad. Este miércoles, el Juzgado de Control de Villa María resolvió que Lucas Ezequiel Unzeta, autor del asesinato de Eduardo Ferreyra, cumpla apenas seis meses de encierro efectivo, pese a haber sido declarado responsable de un homicidio cometido con extrema violencia.
El hecho ocurrió el 6 de octubre de 2024, cuando Ferreyra fue atacado por la espalda con una cuchilla en plena vía pública. La autopsia fue contundente: la víctima murió en el acto como consecuencia de un shock hipovolémico. Sin embargo, para la jueza María Soledad Dottori, el crimen encontró su respuesta en un fallo que muchos califican como una consagración de la impunidad.

Bajo el paraguas del régimen penal juvenil, Unzeta —que tenía 17 años al momento del hecho— recibió un año de tratamiento socioeducativo, con solo seis meses de privación de la libertad, que cumplirá en el Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba. El resto del “castigo” lo atravesará en libertad y bajo supervisión judicial.
La resolución vuelve a poner en el centro de la escena a una magistrada acostumbrada a fallos polémicos. Dottori es la misma jueza que hace poco le otorgó la libertad bajo fianza a Diego Sobrino, acusado de presunta violación, y que también benefició con resoluciones similares a la ex Auditora Alicia Peresutti y a la intendenta de Ballesteros, Graciela Sánchez. Un historial que alimenta críticas constantes, tanto de vecinos como de integrantes del propio Poder Judicial.
Desde Soy Villa Nueva se intentó acceder al texto completo de la resolución, pero desde Tribunales informaron que no estará disponible hasta fines de febrero, cuando recién se conocerán los fundamentos del fallo. Hasta entonces, queda un dato imposible de disimular: una persona fue asesinada y su homicida pasará apenas seis meses tras las rejas.
