El 28 de noviembre, desde Soy Villa Nueva revelamos que el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, y los concejales locales cobran salarios brutos superiores incluso a los del presidente Javier Milei y sus ministros. También advertimos que el municipio dejó de actualizar en la plataforma Datos Abiertos los sueldos de la planta política, eliminando un insumo básico de transparencia.
Según pudimos recopilar, Accastello percibe un salario bruto de aproximadamente $4.559.936,61, por encima del sueldo del Presidente, que es de $4.066.018,15. Los concejales tampoco se quedan atrás: cada edil cobra alrededor de $4.103.941,66, superando lo que gana un ministro nacional, cuyo salario bruto es de $3.584.006, e incluso al propio Presidente.
En este contexto surge un dato que genera cada vez más ruido: tres concejales que cobran dietas por representar a los villamarienses, pero que no residen en esa ciudad, sino en Villa Nueva. Dos de ellos son casos ya conocidos —Pablo Perret y Manuel Sosa— pero en las últimas horas se sumó el nombre de la concejal oficialista Patricia Heredia, mencionada por al menos cinco personas distintas, sin vínculo entre sí, quienes aseguran que también reside en Villa Nueva cuando aun cobra un salario del Concejo Deliberante de Villa María.
La situación se vuelve más escandalosa si se recuerdan las declaraciones del propio intendente Accastello en marzo pasado, cuando criticó públicamente a Sosa afirmando: “Sosa vive en Villa Nueva. Es difícil pensar Villa María desde otra ciudad. Le pagan el sueldo siendo de otra ciudad”. Lo que el intendente omitió mencionar entonces es que en su propia lista llevaba a una candidata que —según múltiples testimonios— estaría en idéntica situación que el edil al que cuestionaba.
En una ciudad donde los funcionarios cobran sueldos superiores a los máximos cargos nacionales, lo mínimo sería garantizar que quienes representan a los vecinos residan efectivamente en la ciudad a la que dicen representar. Por respeto a la Carta Organica Municipal y a los propios villamarienses.