La causa por la trágica explosión en el gasoducto de Villa María, que causó la muerte de Mario Mercado (44) y su hijo Dylan Mercado (18), sigue avanzando con nuevas medidas judiciales. Inicialmente, la fiscalía de feria a cargo de Juliana Companys había imputado a Leonardo Fabián Gamero, operario que manejaba la máquina que rompió el caño de gas, por el delito de estrago culposo (artículo 189 del Código Penal). Sin embargo, tras el fallecimiento de las víctimas, la imputación se agravó a estrago culposo agravado por el resultado, con penas de 1 a 5 años de prisión.
Desde el lunes, la investigación está en manos del fiscal René Bosio, quien ordenó allanamientos en la empresa Ecogas para obtener los planos originales del gasoducto, que datan de 1985, y en la empresa Pablo Federico e Hijos S.A., encargada de la obra en la zona, con el fin de verificar si esos documentos coinciden con los trabajos realizados. Además, junto a su secretario Pedro Diana, Bosio llevó a cabo una inspección ocular en el lugar de la explosión y tomó declaraciones testimoniales.
El fiscal busca establecer si hay otras responsabilidades más allá del operario imputado. En ese sentido, señaló que, según relatos de vecinos, apenas cinco minutos antes de la explosión un grupo de seis niños jugaba en el sector, lo que podría haber significado una tragedia aún mayor.
La causa sigue en etapa de instrucción y se esperan nuevos peritajes para determinar con precisión cómo se produjo el siniestro y si hubo negligencia por parte de la empresa que realiza la obra.