En la noche del lunes, Villa María fue escenario de un encuentro político encabezado por el senador nacional Luis Juez, quien estuvo acompañado por dirigentes de La Libertad Avanza, entre ellos el diputado nacional Gabriel Bornoroni y los candidatos a legisladores nacionales Gonzalo Roca, Laura Soldano y Laura Rodríguez Machado. También se hicieron presentes los legisladores provinciales Daniel Juez, Walter Nostrala y Gregorio Hernández Maqueda, el tribuno de cuentas Beltrán Corvalán y el concejal Martín Juez.
La organización del acto quedó en manos de los concejales Pablo Perret (Villa María) y Sergio Mana (Villa Nueva), con el respaldo de la familia Centani. Sin embargo, la convocatoria expuso la debilidad del armado local: apenas 80 personas se sentaron en el salón, de las cuales unas 40 respondían al núcleo juecista provincial, una decena a referentes libertarios del interior, y el resto a los organizadores locales. El contraste con las reuniones del ex diputado Jorge Valinotto fue inevitable: frente a los salones colmados que supo convocar en otros tiempos, Perret y Mana, con dos bancas, no lograron reunir ni 20 adherentes propios.
El propio Juez no eludió las críticas. “Siempre ganamos las elecciones provinciales (legislativas), pero perdemos las locales en Villa María, con Accastello y con Gill”, lanzó en un mensaje directo a la dirigencia anfitriona.

La interpelación se potenció cuando los libertarios presentes remarcaron que en el Concejo Deliberante local “no hay oposición” y cuestionaron que Perret responde políticamente a Darío Capitani, a quien acompañó en la lista de Juntos por el Cambio. La acusación no es menor: señalaron a Capitani como el principal socio político de Eduardo Accastello, ambos bajo la órbita del peronismo provincial.
En ese marco, Juez volvió sobre una vieja herida interna: recordó que junto a su espacio habían advertido a Mauricio Macri sobre posibles traiciones de dirigentes locales, mencionando explícitamente a Capitani y a la legisladora Karina Bruno. “Finalmente ocurrió”, remarcó, aludiendo al alineamiento de ambos con el oficialismo provincial.
El acto, al que también asistieron referentes de Justiniano Posse y Bell Ville, dejó expuesta la dificultad del juecismo y del espacio libertario para consolidar presencia en Villa María, donde la oposición aparece fragmentada y sin capacidad real de disputar poder frente al oficialismo. Más aún, el encuentro confirmó la distancia entre la dirigencia local y el discurso sin concesiones que Juez busca sostener en su armado provincial.
Antes de regresar a Córdoba, el senador se reunió en privado con Antonio Brizuela y dirigentes libertarios para hablar sobre la polémica desatada tras los exabruptos del “Gordo Dan”. Según trascendió, incluso mostro los mensajes de respaldo que recibio de Karina Milei en relación a ese episodio.
La foto que dejó Villa María fue la de un acto con más reproches que propuestas, con una dirigencia local desdibujada y una oposición que, según admitieron los propios libertarios, brilla por su ausencia en el Concejo Deliberante.
