La concejal del PRO respaldó al Accastellismo en la sesión del Concejo Deliberante, y luego atacó públicamente a Soy Villa Nueva por difundir su postura.
Durante la última sesión del Concejo Deliberante de Villa María, celebrada el jueves 22 de mayo, el oficialismo logró frenar el intento del concejal Pablo Perret (Juntos por el Cambio) de derogar la emergencia económica municipal, pese a que el intendente Eduardo Accastello había anunciado su finalización semanas atrás. El proyecto fue rechazado por 9 votos contra 3, con el apoyo clave de dos concejalas del PRO: Evelyn Acevedo y Natalia González.
El dato no pasó desapercibido. La votación fue interpretada como una nueva muestra del acercamiento político entre el Accastellismo y el sector que lidera Dario Capitani dentro del PRO local, en un contexto donde el reordenamiento de fuerzas empieza a delinear alianzas de cara al futuro inmediato.

La reacción de la concejal Acevedo no se hizo esperar. Lejos de explicar su voto en el recinto, optó por atacar públicamente a Soy Villa Nueva —el medio que difundió la información que ahora respaldamos con registro audiovisual de la votación— a través de redes sociales. “Qué bajeza esa página, que ni siquiera es un medio digital. Mienten. ¿Cuánto te estarán pagando a vos?”, escribió, en un tono más propio del agravio que del debate político.
Las palabras de Acevedo, en sintonía con cuentas anónimas que orbitan el universo de trolls del PRO local, intentaron desviar el eje de la discusión: su voto en consonancia con el oficialismo, que contrasta con su discurso opositor fuera del recinto. La estrategia parece clara: atacar al mensajero para no tener que explicar el mensaje.
Desde Soy Villa Nueva, brindamos una respuesta contundente a los agravios de la edil: el video que muestra a Acevedo votando junto al bloque accastellista, respaldando la continuidad de una emergencia económica que, según el propio Ejecutivo municipal, ya no tiene razón de ser.
La ciudadanía no es ingenua. Observa, compara y saca sus propias conclusiones. Y mientras algunos se esfuerzan por maquillar sus giros políticos con insultos y descalificaciones, los hechos —y los votos— siguen hablando más fuerte que cualquier descargo en redes sociales.