El congelamiento en el aumento de las dietas de los senadores nacionales, acordado en agosto, venció el pasado 31 de diciembre sin que se alcanzara un consenso en la Cámara alta para su prórroga. Como resultado, los legisladores percibirán en febrero un sueldo bruto de $9,5 millones, equivalente a unos $7 millones netos.
El incremento está vinculado a las negociaciones paritarias de los empleados del Senado. Desde el entorno de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, se señaló que intentó convocar sin éxito una sesión especial para extender el congelamiento, medida que habría mantenido las dietas en $4,9 millones. En enero, los legisladores también recibieron un “sueldo 13” de $2,4 millones, cuyo primer tramo había sido liquidado en julio.
“Victoria les pidió un gesto hace veinte días, sabiendo que la sociedad iba a rechazar este aumento”, comentaron fuentes cercanas a Villarruel, quien consideró que “no hay hoy un tema más importante”. Según su equipo, se está explorando un mecanismo legal para frenar el incremento, aunque reconocen que no pueden contradecir las normativas vigentes.
La falta de consenso en el Senado y el inminente aumento de dietas generan un nuevo foco de tensión política en el arranque del año.