La Municipalidad de Villa Nueva finalmente actualizó el Boletín Oficial correspondiente al segundo semestre, un documento público fundamental para que los vecinos puedan conocer los actos de gobierno. Esta actualización llega tarde y deja en evidencia una de las principales falencias de la gestión del intendente Ignacio Tagni: la transparencia, una promesa incumplida en su primer año de mandato.
Tagni, quien durante 12 años en la oposición criticó duramente a los gobiernos peronistas por su falta de acceso a la información pública, parece ahora repetir los mismos errores que condenaba. En campaña, proclamó un compromiso firme con la transparencia, pero su gobierno muestra signos preocupantes de opacidad.
Un ejemplo de ello es el pedido de informe realizado por Soy Villa Nueva para esclarecer por qué Juan Scibaldi, señalado como presunto testaferro del ex secretario de Obras Públicas Carlos Piccolini, reclamaba al municipio la exorbitante suma de 100 millones de pesos. A la fecha, la ciudadanía sigue sin obtener respuestas claras sobre este reclamo, ni se sabe si el municipio abonó esas facturas.
Además, la reciente publicación de los decretos municipales agrava la situación. En los documentos 0871/24, 0873/24 y 0954/24, correspondientes a las contrataciones de Mancha de Rolando, Bersuit Vergarabat y Fabricio Rodríguez para la Fiesta Artesanal de la Cerveza, se omitió incluir los montos abonados a los artistas. Este ocultamiento resulta aún más polémico considerando el conflicto previo con músicos locales, a quienes se les solicitó actuar gratuitamente “por honor y gloria”.
La inconsistencia también es evidente al contrastar estos decretos con otros que sí detallan los montos gastados. A ello se suma el caso del decreto vinculado a una deuda del hermano del intendente y funcionario, Marcos Tagni. En esa ocasión, el gobierno brindó información limitada, omitiendo el nombre del beneficiario y publicando solo su DNI, datos que se conocieron por una filtración interna.
Los vecinos villanovenses esperan que el próximo año traiga consigo un cambio real y el cumplimiento de las promesas realizadas. La transparencia no es solo un deber legal, sino un compromiso ético que debe regir en toda administración pública.