Buenos Aires, Argentina – El presidente Javier Milei genero un nuevo debate político al promover, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 834/2024, a seis funcionarios a cargos con rango y sueldo ministerial. Entre los beneficiados se encuentran su hermana Karina Milei y el portavoz del gobierno, Fernando Adorni. La medida fue publicada en el Boletín Oficial y levanto críticas por su justificación escueta y por la falta de urgencia que ameritaría el uso de un DNU.
El decreto establece que la Secretaría de Comunicación y Medios, encabezada por Adorni, pasa a depender directamente de la Presidencia de la Nación, lo que formaliza su nueva jerarquía ministerial. Junto con Adorni, otros cinco funcionarios fueron ascendidos: Karina Milei, secretaria general de la Presidencia; Javier Herrera Bravo, secretario de Legal y Técnica; Eduardo Serenellini, titular de la Secretaría de Prensa; María Ibarzabal Murphy, en Planeamiento Estratégico Normativo; y Sergio Neiffert, a cargo de la SIDE.
Este reordenamiento no solo eleva el rango ministerial de estas áreas, sino que también implica un aumento significativo en los sueldos de los funcionarios involucrados, un hecho que genera comentarios sobre la coherencia del discurso de austeridad que Milei viene mantenido.
Duplicación en Comunicación Oficial
Un aspecto llamativo del decreto es que dos áreas vinculadas a la comunicación oficial ahora tienen rango ministerial: por un lado, Adorni como portavoz y, por otro, Serenellini al frente de la Secretaría de Prensa. Esta “duplicación” de jerarquías es vista como contradictoria con el discurso de Milei en torno a la reducción del tamaño del Estado.
Crecimiento del Área de Comunicación
Fernando Adorni es una figura clave dentro del gobierno de Milei, y su área no dejo de expandirse. Según fuentes, la Secretaría de Comunicación y Medios ha crecido hasta contar con más de 100 empleados, entre los cuales se destacan siete directores nacionales, 14 directores y 16 coordinadores. Hasta el momento, el presupuesto mensual de la subsecretaría superaba los $300 millones, y con su nuevo estatus ministerial se espera que los recursos y personal aumenten aún más.
Este movimiento genera críticas sobre el alejamiento del discurso anti-“Casta” que Milei promovió, ya que la creación de nuevas estructuras con altos salarios no parece alinearse con la idea de achicar el Estado.