El Secretario de Turismo de la Provincia de Córdoba, Darío Capitani, en las pasadas elecciones municipales se postuló como candidato a intendente por la oposición. Sin embargo, dio un sorpresivo salto al peronismo provincial, reconfigurando el escenario político local, otorgándole al intendente Eduardo Accastello la mayoría en el Tribunal de Cuentas Municipal y una abrumadora mayoría en el Concejo Deliberante.
En esa contienda, los Tribunos de Cuentas electos por la voluntad popular fueron José María Sánchez (Hacemos Unidos por Villa María) como oficialista, y Maximiliano Andrés Romero (Uniendo Villa María) y Virginia Margaría (Juntos por el Cambio) como opositores. Esta última, quien acompañó a Capitani en la lista, siguió sus pasos en un gesto de deslealtad hacia sus electores, cambiándose de bando al igual que su jefe político.
El fenómeno de los saltos de políticos de un sector a otro no es una práctica novedosa en la política argentina. No obstante, resulta especialmente sorprendente que Margaría abandone la representación por la que fue electa a través de Juntos por el Cambio para unirse al sector rival. Este movimiento la convierte en una especie de “opo-oficialista”, percibiendo una abultada dieta cercana a $1.5 millones de pesos, provenientes de los bolsillos de los contribuyentes que la eligieron para ejercer un rol opositor.
Un dato de color: Margaría, según su perfil, trabaja desde 2018 en el estudio del concejal oficialista José María Cativelli, quien es señalado como prenda de unidad entre el dirigente mutualista Miguel Ángel Olaviaga y el intendente Eduardo Accastello. Esta relación añade una capa adicional de complejidad al ya turbulento panorama político villamariense, cuestionando la lealtad de los funcionarios hacia sus votantes.
La decisión de Darío Capitani de unirse al peronismo no solo alteró la configuración política local, sino que también desencadenó una serie de movimientos que consolidaron el poder del oficialismo en el Tribunal de Cuentas Municipal y en el Concejo Deliberante, dejando a los ciudadanos de Villa María con interrogantes sobre la verdadera representación de sus intereses.
Capitanía siempre fue un títere de Accastello. Este lo presento a Macri, cuando estaba a cargo de la Federación de Municipios.
No se puede esperar nada bueno de los políticos. Se acomodan como gallina en el nido.
Si es verdad, me siento estafada. Si quiere trabajar para el equipo de EA. qué renuncie a J por el Cambio, y espere las próximas elecciones.