Un anuncio de la conducción partidaria de la Unión Cívica Radical de Córdoba resultó ser un verdadero papelón político. La dirigencia radical celebro públicamente la expulsión de Orlando Arduh, argumentando “inconductas graves”, pero ayer se descubrió que Arduh había renunciado al partido hace más de un mes.
El negrista Marcos Carasso, había propagado la noticia con gran entusiasmo, que Orlando Arduh, conocido dirigente radical, había sido expulsado debido a su participación como “Jefe de Campaña” en la reciente elección en la que Myriam Prunotto se convirtió en vicegobernadora electa. Además, se le achacaba la organización de un grupo de apoyo compuesto por más de 50 intendentes electos en favor de la candidatura presidencial de Juan Schiaretti.
Sin embargo, la revelación de Arduh dejó a la dirigencia en una posición incómoda. En una declaración, el legislador provincial afirmó: “Les ahorro el trabajo de seguir buscando argumentos para echarme del partido. Mis convicciones ideológicas no se limitan a una ficha filiatoria. Seguiré siendo radical toda la vida”, mientras mostraba su renuncia al partido que lidera Marcos Carasso.
Arduh justificó su desafiliación como una reacción al “desgaste de una dirigencia de conducción prepotente que no hizo más que excluirme a mí y a tantos otros”. Además, criticó la falta de inclusión y la concentración de poder en la cúpula del partido, lo que, según él, desmotiva la participación de los afiliados.
El histórico dirigente radical concluyó su declaración expresando su esperanza de que el partido experimente un cambio en su liderazgo. “Ojalá nuevos hombres del radicalismo conduzcan en breve nuestro partido y logren sumar en vez de restar. Ese será el momento en el que volveré, orgullosamente, a afiliarme a este partido que es, pese a quien le pese, de todos”.