Luego de tres postergaciones, finalmente el martes pasado el intendente de Villa María, Martin Gill, quien enfrenta acusaciones de violencia de género por parte de su ex pareja, Lourdes Astudillo, de 39 años, fue indagado por la fiscal Juliana Companys. El mandatario está acusado de “lesiones leves calificadas por el vínculo”.
Durante una declaración que se extendió por tres horas, el intendente Gill abordó dos de los tres incidentes señalados en su contra, negando el contenido de las acusaciones. En sus palabras, el jefe comunal aclaró puntos relevantes de su perspectiva sobre los hechos.
La fiscal Companys, en una entrevista con Radio Universidad, explicó que el intendente fue interrogado sobre dos de los hechos denunciados, ya que uno de ellos aún no ha sido corroborado por la Fiscalía.
Una orden de restricción que prohíbe el acercamiento rige para ambas partes involucradas: la denunciante y Gill. Tras esta indagatoria, ambas partes tendrán acceso al expediente y la oportunidad de contribuir con elementos que respalden sus posiciones opuestas.
Los hechos en cuestión, que dieron origen a la acusación, se remontan a marzo de este año. Una ex pareja de Martín Gill denunció ante la Justicia haber sufrido violencia física y amenazas por parte del intendente. Posteriormente, Gill se presentó en la Unidad Judicial para devolver pertenencias que la mujer había dejado en su domicilio, considerando la situación denunciada.
En ese momento, se reveló que el intendente de Villa María estaba imputado por lesiones leves y amenazas contra su ex novia. Al principio, la víctima contó con protección policial debido a su temor al entorno del intendente, pero esta medida fue discontinuada.
La denuncia se filtró públicamente, generando una amplia difusión del documento. Esta situación dio lugar a una investigación interna en los tribunales de la ciudad. A pesar de las circunstancias, la causa sigue adelante y la fiscal deberá decidir, una vez concluida la recolección de pruebas, si llevar el caso a juicio o archivarlo.