Ante un escenario complejo para el oficialismo, tras el escaso acompañamiento en las urnas por parte de la sociedad villamariense en las últimas elecciones legislativas, tanto Martin Gill como Eduardo Accastello tuvieron reveses electorales, y están más debilitados que nunca, a kilómetros de aquellas elecciones donde arrasaban con más del 50% de los votos. Una oportunidad histórica para la oposición.
En la vereda del frente y no tan al frente (PRO), se ve dispersión. Con una decena de candidatos anotados, con postulaciones forzadas, de último momento, desprolijas y sin preparación previa. Tal es el caso de Braulio Zanotti, que ingresó ayer nomás por la claraboya del baño como candidato a intendente de un partido con más de 100 años de historia, hiriendo de muerte al radicalismo y poniendo en evidencia que deben buscar candidatos en otras localidades (VillaNueva), porque en casa abunda la pobreza y la falta de ideas.
Bajo estas descoordinaciones, desde el PRO aseguran que tienen un acuerdo cerrado con el radicalismo que representa el Concejal Luis Caronni, absorbiendo a los dos pre-candidatos: Felipe Botta y Braulio Zanotti en lugares expectantes de la lista de concejales.
En tanto, han dejado trascender que tienen abrochado un acuerdo con el villanovense Pablo Perret; a quien el ex diputado nacional Jorge Valinotto designó como autoridad partidaria, para que la ex concejal y reciente candidata suplente a legisladora departamental, Giselle Machicado integre la boleta de Capitani.
Lo paradójico es que Capitani esta enfrentado fuertemente con Juez por haberlo acusado de “corrupto” al momento de la votación de la Ley que permite el juego en línea en la provincia.
La fuente del partido amarillo confesó a Soy Villa Nueva que dudaba si el pre candidato a intendente Guillermo Lorenzatti integraría ese espacio, por la razón antes mencionada. Aunque confesó que tendrían el quinto lugar de la lista de concejales reservado para él.
El próximo 1 de agosto vence el plazo para inscribir las alianzas. Mientras tanto, los políticos siguen dialogando para buscar ganar tiempo que les permita seguir haciendo negocios desde un cargo público. Jamás se les ocurriría mantener un diálogo abierto con los vecinos comunes.