Ya no es necesario ni mencionar lo obvio: el intendente Martín Gill está con la cabeza puesta en la rosca política junto al massismo, buscando un cargo que le permita perpetuarse por 4 años más en la función pública, lejos de los problemas y las preocupaciones diarias de los villamarienses.
De hecho, se podría decir que la dirigencia política toda de la ciudad de Villa María, en muchos casos, no tiene idea de los padecimientos de los vecinos y se acostumbraron a vivir con beneficios solventados con el dinero de los contribuyentes.
Muestra de ello es la millonaria contratación directa que año tras año, desde 2016, se realiza al ex ministro de Finanzas de la provincia Ángel Mario Elletore, recientemente designado por el Ministro de Economía, Sergio Massa al frente de la Casa de la Moneda.
El 3 de enero de 2023, el intendente Martín Gill le renovó el contrato por seis meses por una suma de $12.600.000 (doce millones seiscientos mil pesos), para brindar asesoría en el área de economía de la Municipalidad de Villa María.
O sea, por un lado nos dicen que la Cra. Daniela Lucarelli “es la Messi de la economía” y que su equipo es el equivalente a la selección Argentina, exhibiendo máster y contra máster realizados en Estados Unidos… y por otro, buscan asesoramiento: ¿en personas con menor trayectoria? Se sabe que la firma del contrato es con el ex ministro provincial, Elletore, pero quienes asesoran son sus hijos.
Hace 10 días venció el último contrato. Y según nos llega a nuestra redacción, se renovaría por seis meses más por un monto superior a los 20 millones de pesos. Información que aún no pudimos corroborar, ya que el hermetismo en el Tribunal de Cuentas Municipal es total.
Tal es así que han pasado casi 8 años y aún no se sabe con precisión los servicios que prestan a la Municipalidad de Villa María, por qué son tan caros e importantes que no los pueda hacer alguien más. Para así poder habilitar un concurso de precio o una licitación pública que permita tener un mejor precio.
Aún no se sabe cuánto despilfarrará el ejecutivo municipal en la nueva contratación, pero bien puede decirse que no es algo fundamental. Y que los encargados del control de los dineros públicos, ya sea el Tribuno de Cuentas de la oposición, Miguel Maceda o los concejales Luis Caronni y Romero Benzo de la UCR, o Karina Bruno, Natalia Gonzáles y Carlos Primo del PRO liderados por Darío Capitani, están distraídos en cuestiones domésticas. En estos 4 años dejaron pasar todas.
Con tantas prioridades por delante sin solución aparente, se puede decir que el Gobierno del intendente Martín Gill come asado y reparte los huesos a una desdibujada oposición.